Pasado, presente, futuro
Cada mes de septiembre, del día 6 al 10, Caudete celebra fiestas en honor de su Patrona, la Virgen de Gracia. Son, desde finales del siglo XIX, Fiestas de Moros y Cristianos. Antaño se celebraban de otra manera, pero siempre para cumplir un voto hecho por el pueblo a su Patrona a comienzos del XVI.
En los días centrales de las Fiestas, del 7 al 9, el pueblo se reúne, a media tarde, en la Plaza de la Iglesia para asistir a la representación de una pieza teatral, los Episodios Caudetanos. Es una obra relativamente reciente, ya que data de los primeros años del siglo XX. Pero su historia se remonta muy atrás en el tiempo: la pieza en que están inspirados es la Comedia de la Historia Poética, o Autos de Nuestra Señora de Gracia, de finales del siglo XVI. Entre una y otra, una tercera pieza, El Lucero de Caudete vio la luz a comienzos del siglo XVIII.
La Comedia Poética, escrita por el médico Juan Bautista Almazán a finales del siglo XVI, se representaba dentro de la iglesia parroquial de Santa Catalina desde principios del siglo XVII todos los 5 y 6 de agosto; cuando las Fiestas se trasladaron al mes de septiembre, la representación cambió a los días 8 y 9 de este mes. La pieza, cuyo texto no se ha conservado, constaba de dos autos o partes: el primero narraba el enterramiento de la imagen de la Virgen de Gracia y de San Blas como consecuencia de la invasión musulmana; el segundo exponía su milagroso descubrimiento en el año 1414 (según testimonio del religioso Gonzalo Polanco). A partir del año 1791, la Comedia se empezó a representar fuera del templo, en un escenario que se montaba a tal fin. En 1814, con ocasión de la celebración del centenario de la pieza, dicho escenario fue sustituido por un castillo de madera, similar al que se utiliza en la actualidad.
A principios del siglo XVIII se compuso una versión alargada de la Comedia, titulada El Lucero de Caudete, de autor anónimo, que mantenía la estructura bipartita de aquélla, su subdivisión en tres personajes, así como los personajes y la trama. Aunque no hay constancia de que esta pieza llegara a ser representada, debía ser conocida, ya que se conservan varias copias manuscritas de la misma, con diferencias notables en sus respectivos textos.
A partir del año 1854, la Comedia fue sustituida por la primera versión conocida de los Episodios Caudetanos, compuesta por Rafael Molina Díaz. La pieza se inspiraba en el texto de la Comedia, así como en un poema titulado Los Sarracenos, que se representaba el 7 de septiembre. Una segunda versión de los Episodios vio la luz en 1867, por obra de Juan Bautista Vespa García, que reformó en profundidad el texto original. La tercera y última versión de esta obra, de 1905, se debe al abogado Manuel Bañón Muñoz y al sacerdote Manuel Martí Herrero.
La música de los coros fue compuesta por Francisco Serrano Sánchez. En los actuales Episodios, los tradicionales dos autos pasan a ser tres partes, que se denominan días, y quedan divididos en escenas. El argumento de los Episodios desarrolla la tradición del enterramiento y posterior aparición de las imágenes de la Virgen de Gracia y San Blas, convenientemente adornado con episodios bélicos y otros dramáticos, ambientados en tres momentos históricos: la invasión musulmana, la toma de la plaza por tropas de Jaime I de Aragón y la expulsión de los moriscos.
Un largo trayecto, pues, para un drama que, adaptándose a los tiempos y a las circunstancias, ha sabido mantener lo esencial de su mensaje y una forma de entender la representación que difícilmente encuentra parangón en nuestro país. De forma insospechada, una tradición pasada de padres a hijos ha logrado preservar un texto y, sobre todo, un modo de representación que en muchos aspectos –el recitado del verso, la gestualidad, el movimiento de los actores, la relación con el público, la misma puesta en escena…– recoge y actualiza usos y costumbres del teatro barroco, en especial del vinculado a los ciclos religiosos y festivos.
Diversos estudios llevados a cabo en los últimos años por un reducido grupo de investigadores, empeñados en la tarea de sacar a la luz la historia y los entresijos del texto y su representación, han puesto de manifiesto estos aspectos, tan inadvertidos como valiosos, de la pieza. Así, los Episodios Caudetanos constituyen un testimonio de excepcional valor de una de las grandes tradiciones teatrales en lengua española, un hallazgo cultural y literario cuya importancia trasciende las fronteras de la Villa a la que pertenecen.
Los Episodios, uno de los bienes más preciados del rico patrimonio cultural y folclórico de la villa de Caudete, atraviesan en la actualidad por uno de sus mejores momentos, convertida su representación en uno de los actos más queridos y concurridos de las Fiestas. El trabajo y el esfuerzo continuados del Grupo de Embajada, encargado de su puesta en escena, y la fidelidad del público caudetano son las claves que explican este éxito.
Pero la excelencia de este drama es fuente, igualmente, de problemas y dificultades. El más importante de todos ellos es su atractivo para algunas de las muchas localidades que, sobre todo en la zona del Levante español, organizan Fiestas de Moros y Cristianos de nuevo cuño. La necesidad de dotarse de representaciones teatrales que recreen, en clave local, las contiendas medievales entre musulmanes y cristianos en suelo hispano ha llevado a muchas de ellas a buscar inspiración en textos y piezas de prestigio y renombre, entre las cuales destacan, por derecho propio, los Episodios Caudetanos. Es sabido que, en algunos casos, esa inspiración ha ido mucho más allá de lo que sería aceptable, hasta el punto de desembocar en un auténtico saqueo de los textos originales. Se trata, a todas luces, de un caso de expolio del patrimonio cultural para el que se deben arbitrar soluciones que estén a la altura de la importancia que reviste el bien amenazado. A éste, se debe sumar otro problema no menos preocupante: el esfuerzo, siempre bienintencionado y loable, por mejorar la representación de los Episodios puede abocar, paradójicamente, a la introducción de cambios y modificaciones que acaben por desnaturalizarlos, privándolos de aquello que los hace excepcionales.
Comisión Especial y Declaración de Bien de Interés Cultural Intangible
En tales circunstancias, el año 2005, en una iniciativa liderada conjuntamente por el M.I. Ayuntamiento de Caudete, la Asociación de Comparsas Ntra. Sra. de Gracia y la M.I. Mayordomía de Ntra. Sra. de Gracia, con el concurso de partidos políticos y asociaciones culturales locales, se inició un ambicioso programa de trabajo destinado, no sólo a poner coto y remedio a tales desmanes, sino también, y mucho más importante, a dotar a los Episodios Caudetanos de un marco institucional que garantizase tanto su desarrollo y mejora, como la preservación de aquellos rasgos y cualidades que le confieren su excepcional valor en el marco del patrimonio cultural y folclórico hispano.
A tal efecto se creó una Comisión con los objetivos de salvaguardar los derechos del pueblo de Caudete sobre el texto de los actuales Episodios Caudetanos y de las piezas que los preceden, a saber, la Comedia Poética y el Lucero de Caudete; proteger y preservar la actual forma de representación de los Episodios Caudetanos, y propiciar un mejor conocimiento de la misma; lograr para el texto y la representación de los Episodios Caudetanos la declaración de Bien de Interés Cultural; acceder a los beneficios legales, administrativos y de cualquier otro tipo que se deriven de la condición de dicha Declaración, y extenderlos al conjunto de las Fiestas de Moros y Cristianos de Caudete, con especial atención a los Actos de disparo.
Tras años de intenso trabajo por parte de esta Comisión Especial, el 17 de enero de 2013 los Episodios Caudetanos fueron declarados Bien de Interés Cultural por parte del Consejo de Gobierno de Castilla La Mancha, ratificándose así el expediente iniciado en la Dirección General de Cultura y que ya en septiembre de 2012 recibió el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio.