Argumento y personajes de Los Episodios Caudetanos

Día 7 de septiembre: La Invasión

El conde don Julián, herido en su honra, apoya el desembarco árabe en la península. A Caudete acude presto D. Gonzalo de Lara a reforzar las huestes frente a la invasión y D. Arturo llama a la lucha por el patriotismo. Mireno, persona de dudosa reputación, abandona la montaña y solicita un puesto en la defensa, solicitud a la que, tras no pocas reservas, accede D. Gonzalo. El abad del Monasterio situado en el Partido de los Santos preside la comitiva de religiosos que deciden abandonar la villa, no sin antes haber dejado a buen recaudo las veneradas Imágenes de la Virgen de Gracia y  S. Blas. Sólo Fray Clemente, sentimental y valiente, desea completar su vida en la defensa de su patria chica. Él es precisamente quien tiene el primer encuentro con la estirpe mora que protagoniza Aliatar. Tras un enardecido parlamento con D. Enrique, Aliatar promete cruenta lucha y escolta al Embajador Moro Tarik quien, seguro de sus fuerzas, acomete contra la débil resistencia cristiana y asalta la fortaleza caudetana. Fray Clemente y Mireno mueren en la contienda; Tarik, victorioso, muestra su generosidad, prometiendo convivencia en paz con los derrotados.

Personajes

D. Gonzalo de Lara: Gobernador del Castillo
D. Arturo: Embajador Cristiano
Tarik: Embajador Moro
Mireno: Jefe de Bandoleros
D. Enrique: Capitán Cristiano
Aliatar: Capitán Moro
Fray Ruperto: Abad de San Benito
Fray Clemente: Lego
Mala-Cara: 2º jefe de Bandoleros

Día  8 de septiembre: La Reconquista

El poderío musulmán ha sido considerablemente reducido. D. Jaime I, Rey de Aragón, goza de laureles de triunfos. Abenzoar realiza una arenga, entre soberbia y lastimosa, que vaticina un trágico final. Recibe en la fortaleza a un prisionero cristiano, D. Enrique, quien desafía con arrogancia al moro y replica con valentía a las humillaciones que le hace sufrir. D. Gimén, en dura embajada, exige la entrega del castillo, pero encuentra la fuerte resistencia de Celauro, que promete defender al plueblo que él mismo define como su alegría. D. Artal, embajador del Rey D. Jaime, con abundante generosidad y cortesía, incita al moro Abenzoar a recapacitar y abandonar la villa de Caudete, con lógicos argumentos, pero Abenzoar no atiende consejos, pues considera a Caudete su patria. Tratando de engañar a D.Artal, éste arroja su guante retando al moro que, enojado, decide ejecutar al prisionero para saciar su rencor. D. Enrique es salvado por D. Artal, su hermano, al asaltar finalmente el castillo.

Personajes

Abenzoar: Embajador Moro
D. Artal: Embajador Cristiano
D. Enrique: Capitán Cristiano
Celauro: Parlamentario Moro
D. Gimén: Parlamentario Cristiano
Un Capitán: Moro
Soldados: Moros y Cristianos

Día 9 de septiembre: La Aparición

Lejos quedan en la historia las arduas batallas que rindieron a los musulmanes, relatadas por D. Leopoldo. No obstante, la morisma, que sigue fiel a su costumbre, manifiesta síntomas de disconformidad y provoca serios disturbios. D. Beltrán toma la decisión de abortar el peligro de rearme, y propugna la expulsión, que apoyan con interés D. Félix y unos religiosos, los cuales, al propio tiempo, manifiestan su deseo de indagar el paradero de la Imagen de la Virgen. Con sentimiento de tristeza y desolación, Almanzor preside la comitiva hacia el exilio, dejando en ésta su tierra el recuerdo de sus antepasados, con total resignación y sin ánimo de contradecir la firme decisión.

Posteriormente, allá por el año 1414, protagoniza el acto un humilde pastor, Juan López, que llega alterado y rebosante de felicidad, pues ha vivido por dos veces la visión milagrosa de la Virgen. Él ha sido elegido para traer la buena noticia al pueblo de Caudete. Prueba fehaciente del portentoso milagro es la curación de un brazo del que era manco desde su nacimiento. El Partido de los Santos es el lugar, indicado por la Virgen, donde se esconde la adorada Imagen. Prestos acuden al paraje, y tras las excavaciones, el sonido de una campana es el determinante anuncio del hallazgo. Las imágenes de la Virgen de Gracia y San Blas ven la luz después de su largo reposo bajo tierra. Las autoridades deciden concederle el patronazgo de la villa y hacen voto formal de celebrar fiestas en su honor.

Personajes

D. Beltrán: Gobernador del Castillo
D. Leopoldo: Capitán Cristiano
D. Felix: Caballero Antiguo
Almanzor: Capitán Moro
Juan López: Pastor
Un religioso
Un Capitán
Toribio y Montano

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